El 5 de junio, Gareth Bale se jugaba la temporada. Lo dejó claro en marzo, antes de enfrentarse a una Austria que él mismo ajustició con un doblete: “Estoy concentrado únicamente en este partido, en esta clasificación. Hay mucho en juego y no estoy pensando en ninguna otra cosa ahora”. El último escollo entre Bale y el Mundial era Ucrania. Fue protagonista de nuevo. Yarmolenko desvió una falta que el de Cardiff botó. 1-0 y a Qatar. Pero ese día, no solo estaba en juego la segunda cita mundialista de su país (tras el de Brasil en 1958), también su propio futuro.

Uno de los espectadores del encuentro era John Torrington, mandamás de Los Angeles FC, tal y como explican Paul Tenorio y Matt Slater en The Athletic, en un artículo que desgrana los entresijos del aterrizaje de Bale en la MLS. El presidente y director general del equipo angelino no contaba en ese momento con la posibilidad de hacerse con el exmadridista, pero aún así decidió sentarse y ‘hacer de scout’. Al final del choque, mientras toda Gales celebraba, Torrington recibió un mensaje: “¿Podemos hablar sobre Gareth Bale?”. El emisor, explican los citados periodistas, era Patrick McCabe, cabeza visible de Stellar Group en Estados Unidos.

Los Angeles FC era, y es, un proyecto ambicioso. A pesar de comandar su conferencia (Oeste) y ser el equipo más en forma de la competición norteamericana (33 puntos, por delante del Real Salt Lake en su grupo y de Philadelphia y New York City, en cabeza de la mitad este), no había miedo a mover el árbol. Chiellini había sido anunciado días atrás, en una entidad que Carlos Vela puso en el radar de la afición europea en 2018 al dejar la Real Sociedad y convertirse en su primera gran estrella. Pero ese mensaje de McCabe ponía a tiro una guinda inesperada.

Atacar la oportunidad

“¿Si había pensado, al empezar el curso, ‘Vamos a apartar dinero para fichar a Gareth Bale’? No, no entraba dentro de mis planes”, confesó el presidente de los ‘Black & Gold’ a The Athletic. Y añadió: “Pero le dije a nuestros dueños que hay momentos para tirar de oportunismo y que debíamos estar en posición de atacar”. 20 días después de ese Gales-Ucrania, el 25 de junio, en las redes sociales de Bale aparecía ataviado con los colores de LAFC, en el vídeo que hacía oficial un fichaje confirmado por AS horas antes.

Y lo hizo, además, a un módico precio. Un pago de 70.840 euros al Inter Miami de Beckham, que tenía una opción preferencial sobre el futbolista de 32 años, y un salario de 1,5 millones de euros hasta el verano próximo. De este modo, Bale no ocupa plaza de designated player (los clubes de la MLS tienen derecho a tener en plantilla a tres ‘jugadores franquicia’ cuyo sueldo está excluido del tope salarial típico del deporte norteamericano). Si decide permanecer 18 meses, opción que figura en su contrato, habría aumento salarial hasta ocupar uno de esos tres lugares, según han publico varias fuentes. Esto deja hueco para otra estrella durante el verano.

Varias cartas sobre la mesa

¿Tuvo más opciones sobre la mesa el galés? Sí. “Gareth se va del Real Madrid, pero en cuanto a su futuro… dependerá de lo que haga Gales. Si se clasifica para el Mundial, tomaremos una decisión”, expuso tiempo atrás en Récord su agente, Jonathan Barnett. Logrado el objetivo, la misión era encontrar un lugar donde poder preparar la cita, mantener la forma de cara a la cita de Qatar, que arranca el lunes 21 de noviembre. “Cuatro o cinco ofertas”, confesó Barnett a The Athletic, y especificó un poco más: “Podrían haber sido más, pero estrechamos el cerco para él: no iba a ir a Italia o España, por ejemplo”.

Sonó mucho el Cardiff City, centro de entrenamiento que llegó a utilizar recientemente, según publicó Walesonline. Hubiera sido un matrimonio de conveniencia, como reflejan Tenorio y Slater, pero finalmente, nuestro protagonista optó por cruzar el charco. A Bale le picó la curiosidad. “No puedo ofrecer a Gareth jugar la Champions, no puedo ofrecerle el trofeo que levantó cinco veces, ni el paquete económico de un equipo de Champions o de la Premier League. Lo que puedo ofrecer a un jugador como él es la oportunidad de venir y hacer algo único”, apunta Torrington. “Vio la oportunidad de marcar la diferencia”, añade. Además, el factor deportivo también tuvo peso: LAFC es uno de los favoritos a tomar el relevo del New York City como campeón de la MLS.

Es más, Jonathan Barnett no cierra la puerta a convertir a una relación de largo recorrido y no solo un noviazgo oportuno. “Él no necesita jugar al fútbol- es uno de los jugadores mejor pagados de todos los tiempos-, pero, si todo va bien podría quedarse un tiempo. ¿Por qué no? Tendrá una buena vida allí y aún disfruta jugando. Veamos cómo va todo. Además, será una decisión con las dos partes implicadas”, apunta el agente. El tiempo, como siempre, será juez de lo acertada o no de la decisión. Mientras tanto, los focos se preparan para apuntar a Gareth Bale el día de su debut. Desde Estados Unidos se desliza que podría ser en la madrugada del 8 al 9 de julio. Un derbi en el Banc of California Stadium ante Los Angeles Galaxy. No sería mal estreno.