Eder Garaeta. Fundadora de GINGI KIDS.
Bajo el sol de Emiratos, muchos han aprendido que los caminos verdaderos no siempre llevan a un oasis, sino que se recorren con más fe que certezas. Cada historia aquí es testimonio de ese trayecto: días que queman y noches que enfrían, como el desierto.
Bajo el mismo Sol. No idealizamos el emprendimiento ni las nuevas vidas que nacen lejos de casa. Las contamos tal como son: con avances, tropiezos y la ilusión de quienes deciden escribir su propio destino. Bajo el mismo sol es un espacio para esas voces y relatos de quienes nos recuerdan que, incluso en la arena, es posible dejar huella.
HOY, BAJO EL MISMO SOL…Eder Garaeta, fundadora de GINGI. «Mi comienzo empezó con un fracaso, un aprendizaje, pero también con el nacimiento de una nueva oportunidad»
Eder Garaeta y GINGI KIDS
Inauguramos esta nueva sección con Eder, emprendedora madrileña con raíces vascas afincada en Dubái desde hace cuatro años. Fundadora de GINGI Kids, una marca de ropa infantil que nació de su experiencia como madre y de su deseo de crear con propósito.
Eder nos confiesa que el glamour de las multinacionales de belleza, donde trabajó durante varios años, a veces huele a café frío. Sin embargo, aprendió una lección fundamental: las mejores historias nacen cuando te atreves a escribir tu propio guión. Y así, un día, decidió cambiar de rumbo.
Dubái es un imán para emprendedores de todo el mundo. Con 987 startups activas y más de 5.600 nuevas empresas registradas solo en 2024, la ciudad alberga el 90 % de las empresas emergentes de Emiratos Árabes Unidos. Las pequeñas y medianas empresas representan el 95 % de todos los negocios y contribuyen con el 40 % del PIB de Dubái. No es casualidad que los EAU ocupen el primer lugar global en el Global Entrepreneurship Monitor por tercer año consecutivo.
Un nuevo comienzo en el desierto
Llegó a Dubái por un proyecto familiar, con la intención de dar un giro a su carrera. Sin embargo, su primer intento como emprendedora, un proyecto de moda que traía un pedacito de España a Emiratos, no terminó como esperaba.
«Me quedó grande. Cometí todos los errores posibles y llegó un momento en que ya no resonaba conmigo», confiesa Eder con honestidad. No obstante, lejos de verlo como un final, lo transformó en un principio. Cuatro meses después de cerrar esa etapa, con todo lo aprendido, nacía este proyecto.
«Fue como… ¡ahora sí! Este es mi bebé, al que quiero cuidar y ver crecer», dice con una sonrisa que mezcla orgullo y ternura.
Cuando el diseño nace del corazón
Eder cree en la energía del universo y en hacer las cosas con el corazón. Inspirada por sus hijos, especialmente por su hija, la marca se convirtió en su proyecto más personal.
«Después de una situación difícil, mi hija me enseñó a vivir sin miedo», revela. Esa lección le llevó a explorar un terreno que le apasionaba, pero que nunca se había atrevido a pisar: el diseño. Se sentó con sastres, aprendió sobre tejidosy patrones. Pero, sobre todo, aprendió el valor de la paciencia.
«Descubrí que la verdadera calidad requiere tiempo, algo que nuestro acelerado mundo ha olvidado», explica Eder mientras nos muestra una prenda de la colección.
El proceso creativo detrás de cada prenda
Todo comienza con un boceto a mano. Luego llega la selección de tejidos, que realiza Eder personalmente. Busca materiales premium, resistentes y que sean cómodos para los niños. Diseña con herencia española y produce en distintos lugares del mundo, entre ellos, en los Emiratos.
Las colecciones transmiten una mezcla entre lo clásico y lo divertido, inspiradas en los elementos naturales que fascinan a los niños: flores, hojas y colores.
«Una vez tenemos todo, trabajo junto a maestros que dan forma a esas ideas», añade mientras nos muestra algunos de sus diseños más recientes.
«Creo que lo importante no es sólo dónde se hace, sino cómo se hace. Busco proveedores que compartan mis valores, que entiendan que estamos creando algo más que ropa», afirma con orgullo.
Más allá de la estética, su propósito es claro: que los niños se sientan bien y quieran elegir elegir ellos mismos, la ropa que se quieren poner. Eder lo resume así con una sonrisa: «Tienen que poder saltar, correr y bailar sin problema. Quiero que sean ellos quienes digan: hoy quiero ponerme GINGI”»
Las camisetas, por ejemplo, nacieron de una colaboración con su hijo. Quería que fuesen simples, cómodas y que gustasen tanto a los niños como a los padres. El resultado fue inmediato: «Muchas madres me han contado que sus hijos no se las quieren quitar», comenta con satisfacción.
«GINGI es alegría y diversión. Es recordar al niño que fuimos: pies descalzos llenos de barro e historias de piratas.» De ahí su lema: Let kids always be kids
Sostenibilidad con propósito
Cuando le preguntamos qué le inspira a emprender en áreas como la sostenibilidad, viaja a su infancia. Nos cuenta, cómo jugando entre montañas rodeada de naturaleza, aprendió a respetarla.
En un mundo dominado por el fast fashion, apostar por la sostenibilidad no es una tendencia, sino una responsabilidad. La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo: cada año se producen cien mil millones de prendas y el 85 % termina en vertederos. «Es una locura», insiste. «Cada marca que decide e intenta —sí, a veces es complicado— hacer las cosas de forma diferente es una gota que puede convertirse en océano».
Sus colecciones son atemporales, elaboradas con tejidos de calidad y tiradas controladas.
«Prefiero vender menos y dormir tranquila, sabiendo que cada prenda tiene alma»
El reto de ser la cara visible
Para alguien que venía del mundo de la comunicación y las relaciones públicas, acostumbrada a estar detrás de la cámara, exponerse fue uno de sus mayores retos.
«Con una marca, el cliente quiere saber quién es la cara visible. No puedes invitar a la gente a tu casa y no aparecer», reconoce.
El yoga, el deporte y la meditación le han ayudado mucho, nos confiesa: «He aprendido que el mal siempre va a estar; sólo hay que saber cómo obviarlo e intentar que el ego no nos haga daño. Aún estoy en ello, pero cada día me siento más cómoda compartiendo mi historia y la de la marca.»
La cara oculta del emprendimiento
Nos cuenta que la gente suele ver sólo el reflejo de lo que el emprendedor decide mostrar. Lo luminoso, lo inspirador. Pero detrás de esa imagen hay semanas de silencio, días de incertidumbre y noches sin dormir.
«A veces pasas días sin escuchar la notificación de una venta, y te preguntas si tu idea realmente tiene sentido. Hay batacazos, pero te vas levantando y aprendiendo.»
El “boom silencioso” de hispanohablantes en Dubái es una realidad evidente. Aunque no existen cifras oficiales exactas, basta pasear por los cafés de Downtown o los espacios de coworking en Dubai para notar cómo la comunidad crece cada día.
Eder nos confiesa, que en los momentos más duros del emprendimiento, cuando la soledad pesa, «encontrarse con alguien que hable tu idioma», es un alivio. Además, muchas de sus clientas son madres que aman España, que veranean allí o que guardan un buen recuerdo de nuestro páis. Es por ello, que sienten una conexión aún más especial con la marca.
Madre y emprendedora: un equilibrio (im)posible
Cuando le preguntamos cómo compagina la maternidad con su vida profesional, sonríe antes de responder. «No podría separar una cosa de la otra. Ser madre me ha enseñado a ser más resiliente, más paciente, más creativa. Y emprender me ha enseñado a ser más valiente, a confiar en mí misma, a no tener miedo al fracaso»
Reconoce que, al ser todavía una empresa pequeña, resulta más fácil equilibrar tiempos. Pero no quiere idealizarlo. «Buscar el equilibrio entre ser madre, amiga, tener vida social y dirigir un proyecto es difícil. Hay días en los que siento que no llego a todo. Confieso que la soledad del emprendedor, en ocasiones, es durilla.»
Consejos para futuras emprendedoras
Su experiencia le ha enseñado el valor de la colaboración. «Emprender sola es heroico, pero emprender acompañada es inteligente. Busca tu yin y yang, alguien que complemente tus fortalezas y compense tus debilidades», afirma con sinceridad.
Eder también considera fundamental:pedir ayuda. «Te darás cuenta de que todos atravesamos, o estamos atravesando, situaciones similares. Pero, sobretodo, nunca te compares con lo que ves online. Sigue tu camino.»
Con la mirada puesta en el futuro, sueña con consolidar su marca y construir un universo propio alrededor de ella. «Ahora mismo, está creciendo tan bien que necesita toda mi atención. Es como un niño pequeño que está aprendiendo a caminar: necesita que esté ahí para sostenerlo cuando se tambalea», explica con ternura.
«Todo lo que se hace con el corazón, la buena intención y nace del alma, acaba funcionando»
Su historia es la de muchas mujeres que, lejos de casa, descubren nuevas versiones de sí mismas. Que se atreven a empezar de nuevo, a transformar la incertidumbre en impulso y el miedo en motor.
Tras este encuentro Bajo el sol de Emiratos, desde Vivir en Dubái, sólo podemos desearle a Eder que ese sueño siga creciendo. Descubre más sobre el universo GINGI en @gingikids_
Los Rincones de Eder en Emiratos…
- Restaurante favorito: Em Sherif Café
- Zona preferida: Alserkal Avenue
- Una palabra en árabe: Maktub
Significado de Maktub: significa literalmente “está escrito”. Se usa para transmitir la idea de que algo está predestinado o destinado a suceder.

