Igual que Guille Jiménez dice que don Stephen Curry solo conjuga el verbo ‘enchufar’, durante el fin de semana parecía como si el Real Valladolid solo supiera hacer lo propio con ‘ganar’. La entidad blanquivioleta festejó los triunfos de todos sus equipos principales, entendiendo por estos el primer plantel, los equipos profesionalizados de cantera, el primero de la sección femenina y el Pucela Basket. Solo le faltó jugar a la lotería y que le tocase.

El conjunto de Pacheta encadenó su tercera victoria seguida en casa, que le hará acabar la jornada en décimo lugar con 17 puntos, después de igualar, en apenas 13 jornadas, los cinco triunfos de su última campaña en Primera. Lo hizo tras ganar a un Elche que, desde este lunes, deja de estar dirigido por Jorge Almirón, que ha decidido dar “un paso a un lado”, y después de que Plata se convirtiera en doble asistente de Javi Sánchez y Roque Mesa.

Los tres puntos del primer plantel vinieron precedidos de los del División de Honor a mediodía del sábado, en un derbi ante la Cultural Leonesa que los pupilos de Juan Carlos Pereira ganaron por 3-1. Como hace un par de semanas, Pacheta debió ser talismán, ya que antes de entrar en la dinámica de su partido y mientras los juveniles calentaban, tanto él como su cuerpo técnico y David Espinar apuraban un último café con aroma inconfundible de victoria.

La coincidencia como locales de varios de los envites de la estructura y el hecho de que el primer equipo jugara a las 16:15 horas favorecieron la colocación de partidos próximos a este, a fin de incentivar a una jornada muy blanquivioleta a la afición. Por ello, el Real Valladolid Simancas jugó justo después que el Pucela, a quien pudo animar durante buena parte de su derbi antes de ganar 4-0 al San Pío X.

Pero todavía quedaban cosas por jugarse en esa suerte de ‘supersábado’, eso sí, cambiando el balón de fútbol por el de baloncesto. El Pucela Basket recibía en el Polideportivo Pisuerga al Leyma Coruña, con quien llegaba empatado a esta jornada con tres triunfos. Los de Paco García se impusieron por 73-64 a los gallegos, merced a una actuación buena en defensa, como destacó su técnico, y antes de afrontar un parón hasta el próximo día 20.

Durante la matinal del domingo, el José Zorrilla volvió a recibir a sus jugadores para el primer entrenamiento previo y preparatorio del duelo de mañana martes en San Mamés. Una vez finalizado, varios de los futbolistas se quedaron en Los Anexos viendo el reencuentro con la victoria del Promesas, que venía de perder sus últimos tres partidos. Y como ellos, ahí estaba Pacheta, fiel a su cita, atendiendo de cuando en cuando a los aficionados que se le acercaban, cariñoso sobre todo con los más pequeños, y concentrado ya en alargar en Bilbao el ‘superfinde’.