El famoso pico de forma suele ser una obsesión para los cuerpos técnicos de los equipos en pretemporada, pues en función de cuándo se quiere alcanzar, el trabajo de verano se organiza de una forma u otra. En el Celta ya tienen claro que hay que llegar a tope físicamente al inicio de liga, para realizar ese primer tercio del campeonato en sexta velocidad. Por eso la pretemporada será intensa.
Coudet da mucha importancia a los datos físicos, por lo que estará muy pendiente de la evolución de sus jugadores durante el verano. La intención es estar a pleno rendimiento en las primeras jornadas para después descansar durante el parón y resetear, aunque los mundialistas tendrán que seguir compitiendo y pueden acusar el cansancio. No obstante, de la actual plantilla únicamente Aidoo acudirá a Qatar.
La pretemporada ya está perfilada y se desarrollará entre Vigo y América. Los jugadores celestes están citados el próximo lunes 4 de julio para comenzar la pretemporada y durante esa semana se ejercitarán en la Ciudad Deportiva Afouteza. Posteriormente se desplazarán a México para disputar el primer amistoso de verano frente al Pumas en el Estadio Olímpico Universitario el 13 de julio. La estadía en tierras aztecas será breve, pues inmediatamente viajarán hasta San Francisco, donde seguramente se instalen en Oakland. Allí se ejercitarán durante varios días antes de enfrentarse a los San Jose Earthquakes en el Paypal Park el 20 de julio.
Tras ese encuentro, la plantilla celeste regresará a Vigo para continuar con la preparación en casa. Antes del inicio de liga, a mediados de agosto, los de Coudet disputarán dos amistosos más. El primero de ellos, tercero del verano, será frente al Braga en Portugal el viernes 29 de julio. El último ensayo de la pretemporada será seguramente en Balaídos. Después de dos años de ausencia por la pandemia, todo hace indicar que el club recuperará el Trofeo Memorial Quinocho para estrenar el nuevo proyecto ante su afición el primer fin de semana de agosto, una semana antes del inicio de la liga.
