La Selección ultima su preparación para los choques ante Suiza (sábado) y Portugal (martes) y lograr la ansiada clasificación para la final four de la Liga de Naciones. Luis Enrique insiste en la finalización de las jugadas y mejorar la puntería de sus delanteros.

Los jugadores de La Roja entrenaron a puerta cerrada en la sesión matinal de este miércoles. Un entrenamiento que duró algo más de una hora y en el que España quiso practicar su pegada de cara a los dos enfrenamientos de la Liga de Naciones y, sobre todo, de cara al Mundial de Qatar. Al finalizar la sesión, los jugadores se apiñaron en la frontal del área para realizar una pequeña competición por ver quién lograba anotar más goles y de mayor calidad.

Los goles de Nico Williams y Borja Iglesias, dos debutantes con la Selección, fueron los más aplaudidos por sus propios compañeros. “Madre mía, Nico” o “Qué sonrisa tímida del Panda” se escuchó cuando ambos atacantes lograron colar el balón por la escuadra de la portería. Mientras, los ayudantes de Luis Enrique insistían en que cuidaron el control del balón cuando lo recibían. “Es medio gol”, les advertían.

La Selección quiere demostrar eficacia goleadora antes de medirse a Suiza y Portugal, dos contrincantes a los que solo logró marcar un gol en los partidos de ida. Lo que también mostró el equipo es unión. Durante toda la sesión se respiró buen ambiente, se gastaron bromas y se animaron entre ellos. Saben que es primordial para los dos partidos decisivos que toca afrontar.