El técnico de Ghana, Otto Addo, lanzó tras la eliminación del Mundial de Qatar tras caer 0-2 ante Uruguay su decisión meditada de dejar el cargo de seleccionador, aunque el conjunto africano hubiera sido campeón para centrarse de nuevo en su trabajo de técnico asistente en el Borussia Dortmund. Su familia vive en Alemania. Reconoció, paralelamente, “la decepción” de todo el equipo por la derrota ante Uruguay. “Eso es el fútbol, hemos estado cerca de clasificarnos, pero es así”, admitió el técnico ghanés.

“Para mí estaba muy claro que dejaría el cargo después de la Copa Mundial. Ahora mismo, mi familia y yo vemos nuestro futuro en Alemania. Me gusta el trabajo que tengo en el Dortmund. Estoy muy contento y satisfecho allí. Desde el día número uno, estaba claro que dejaría el cargo, aunque fuéramos campeones. Esta es una decisión que tomo por mi familia, no voy a entrar en detalles. Es una decisión que ya estaba tomada”, señala. Del envite añadió que “sólo queríamos anotar goles para empatar o ganar. No había nadie pensando de esa manera. Lo que queríamos era intentar llegar a empatar que nos habría clasificado”, subrayó del partido perdido ante los charrúas.

“Para mí, sí” era importante impedir que Uruguay pasara a octavos, aseguró por su parte el central de la selección de Ghana, Daniel Amartey. “Fue duro porque puedes ver a sus centrales, a todo el mundo venir”, explicó el jugador, asegurando que el equipo africano decidió que si ellos no podían clasificarse para octavos tratarían de impedir que lo lograran los uruguayos. La mala relación comenzó hace 12 años, cuando Luis Suárez blocó con la mano, sobre la línea de gol, un balón que iba a las redes y le iba a dar el pase a semifinales a Ghana. “Es fútbol, esto pasa. Si marcamos ese penal creo que los matamos, pero fallamos el penal y ves cómo cambió el partido”, remató Amartey.