Nueve años, nueve meses y 17 días. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde la única vez que España ha jugado en Qatar. Fue un amistoso, pero se trataba, al fin y al cabo, algo más que un amistoso. Tras la concesión del Mundial de 2022 al país árabe, y ante los rumores constantes y crecientes sobre el denominado Qatargate, los dirigentes qataríes quisieron dar una sensación de normalidad y de serenidad. Así, en 2013 organizaron un encuentro entre la Selección y Uruguay. Ambas naciones compartían dos títulos curiosos cada una. Por parte española, eran los vigentes campeones del mundo y además lo eran también de Europa. Los charrúas, por entonces, eran los campeones de América y habían sido los primeros campeones del mundo allá por 1930, aunque luego volverían a conquistar otro título en 1950, el famoso Maracanazo.

La fecha elegida fue en febrero, a comienzos de año. Unas fechas en las que ambas selecciones tenían predisposición para acudir al ser fecha FIFA. Así, Vicente del Bosque convocó a gran parte de los campeones del mundo y de Europa. Casi cinco millones de euros (de los cuales 1,2 fueron para la AFE) hicieron que el seleccionador, que igualaba a Kubala a 68 partidos dirigidos a La Roja, convocase a ¡nueve jugadores del Barcelona! para medirse a una Uruguay que venía liderada por Edinson Cavani. El otro gran protagonista, accidental en este caso, del encuentro estaba fuera de la expedición blanca: era Raúl González Blanco, que llevaba algo más de un año jugando al fútbol con el Al Sadd (ese verano recibiría un cariñosísimo homenaje por parte del Real Madrid y sus aficionados en la celebración del Trofeo Bernabéu). Raúl fue invitado a estar con los jugadores españoles y a presenciar el partido desde uno de los palcos del Khalifa Stadium.

Toda la expedición española fue recibida por la familia real qatarí, a los que los organizadores habían preparado una sesión de autógrafos privada en el mismo escenario del partido para los descendientes del Emir. Por ese motivo no acudieron a la recepción oficial que había predispuesto la Embajada española. Tampoco acudieron a un acto donde se iba a presentar el Mundial de 2022. Las prioridades eran otras…

El partido en sí fue soso. Se impuso España, que ganó cómodamente 3-1, con dos goles de Pedro y otro de Cesc, tras monumental cantada de Muslera, meta charrúa. Cebolla Rodríguez acortó distancias. Puyol alcanzó los 100 partidos como internacional (era el séptimo jugador en alcanzar esa cifra) y hubo tres debutantes: Azpilicueta, Isco y Mario Suárez. Ante Costa Rica, España volverá a jugar en Qatar…