Thiago ha rozado la excelencia. O la ha conseguido, directamente. El centrocampista español ha sido nombrado MVP del encuentro por UEFA. No ha marcado, pero no ha cometido un solo error. Por ser más preciso, sí que ha errado en cuatro pases, de los 103 que ha intentado. 99 de ellos los ha completado con éxito. Su ejemplo es el mejor resumen de este Liverpool. Es un equipo que ahoga, no piensa, juega al primer toque, preciso, siempre mirando hacia adelante. Un auténtico ciclón que ha arrasado al Villarreal. La diferencia fue incluso corta para esa sensación claustrofóbica que han sentido los hombres de Unai Emery en su propia área.

El internacional español, que a día de hoy no es una figura primordial en la Selección, ha sido el eje de todo ese mecanismo. Escoltando a Fabinho en la medular y moviéndose por todo el campo, aunque con más incidencia por el lado izquierdo, ha tocado el balón un total de 119 veces. Es momento de recuperar el dato expuesto con anterioridad: 103 pases intentados en 119 toques. Siempre es recibir, tocar, sin margen al error, sin tiempo ni espacio para que la zaga del Villarreal se reordenara.

Para colmo, cuando el partido aún navegaba en esa fase de dominio dócil, a Thiago se le ocurrió soltar un latigazo de treinta metros, que hizo retumbar el palo de la portería de Rulli. Si hubiera roto la red hubiera firmado una de las noches más inolvidables de su carrera deportiva, si no la que más. También ha interceptado cinco balones, realizado una entrada exitosa, completado un regate y acertado nueve envíos en largo de sus nueve intentados.

Jurgen Klopp se fundió en un abrazo con él tras la conclusión, señal de que fue su mejor soldado sobre el césped. Thiago ya firmó una etapa brillante en el Bayern de Múnich, pese a que pasara más desapercibido mediáticamente. A su llegada a Anfield, había dudas de su adaptación al ritmo frenético de la Premier League. Incluso de su consistencia física, que le ha hecho perderse más de una decena de partidos esta temporada entre pierna, cadera y coronavirus.

Pero el técnico alemán guarda un sinfín de confianza en la figura de Thiago, que se ha vuelto a asentar en el once tras todos los problemas que ha presentado en la actual campaña. Su calidad técnica es incuestionable y con el tiempo ha ganado liderazgo de estrella y consistencia para abarcar campo sin acabar desfondado. Lejos queda aquella época en la que se describía al español como un futbolista de adornos, seguridad y con falta de decisión.

Thiago es pura estructura, la columna que hoy, junto a Fabinho, ha sostenido atrás y adelante. Ha sido el que más distancia ha recorrido: 10,36 kilómetros. También el que ha presentado un mejor porcentaje en los envíos. Un MVP de total merecimiento en nada más y nada menos que una ida de semifinales de la Champions. Un mensaje directo a Luis Enrique, que ya padecerá jaquecs para ordenar su medular en la próxima edición de la Nations League y en la ineludible cita de Qatar.

“Si marcásemos todo lo que generamos, esto no sería tan bonito”

Tras la conclusión del partido, atendió a los micrófonos de Movistar Plus+ para analizar el partido de los suyos. Preguntado por si el resultado es corto tras lo visto a lo largo de los 90 minutos, se mostró más que satisfecho: “Al final tenemos que coger este partido como si fuera una semifinal de Champions. Es un resultado muy positivo, sin dejar de ser nosotros. Nos dará confianza”.

Desde luego, pese a la insistencia del Villarreal en conservar el 0-0 en la primera mitad, el Liverpool ya estaba afilando garras para llevarse una victoria para la vuelta: “No creo que haya sido solo la segunda parte. Hemos generado desde el principio del partido. Es fútbol, si marcásemos todo lo que generamos, este deporte no sería tan bonito“. También comprende que la afición del Villarreal crea como el primer día: “Cada uno tiene que mirar por su equipo. Descansamos ahora las piernas para el partido importante del fin de semana. Después pensaremos en la vuelta“.

Henderson también habló en la televisión inglesa BT Sport: “Son un equipo muy organizado y nosotros sabíamos que nos lo iban a poner difícil. Ha sido muy importante que hayamos seguido intentándolo y que hayamos creído en que en algún momento conseguiríamos abrir el marcador. Cuando juegas contra un equipo que defiende tan atrás siempre necesitas un poco de suerte. Lo conseguimos y eso dio un impulso al público. La presión que hicimos todo el partido funcionó y se lo puso muy complicado. Eso sí, la eliminatoria aún está viva y será difícil en la vuelta“. Desde luego, si están al mismo nivel que en la noche de este miércoles, Thiago especialmente, la eliminatoria tendrá color red.