Durante su estancia en Austria, donde el equipo que dirige Rob Edwards se preparará para intentar regresar a la Premier League, el Watford iba a disputar un encuentro amistoso frente a la selección de Qatar. El país, que albergará la próxima Copa del Mundo entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre, ha recibido críticas por el trato a los inmigrantes que han trabajado en la construcción de los estadios para el evento. Según datos de The Guardian, más de 6.750 de trabajadores llegados del sur de Asia murieron en la última década, aunque las autoridades qatarís han categorizado el 69% de estas muertes como causas naturales, principalmente fallos cardiacos y respiratorios.

También ha habido críticas a la FIFA por conceder la organización del evento a un país en el que la homosexualidad es ilegal y existen leyes anti-LGBTQ+. Tras los comunicados emitidos por los grupos Proud Hornets y Women of Watford, el club dio marcha atrás y canceló el amistos previsto en un primer instante para el 10 de julio. “El partido nunca llegó a confirmarse, y nos quedó bastante claro que era un partido que no debíamos jugar. Por ello revisamos el calendario”.

Grupos de aficionados de la selección de Inglaterra y de Gales anunciaron su boicot al torneo durante los últimos meses. “Hay asuntos que podrían ser una amenaza para nuestra afición a la hora de viajar, como los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBQ+ en particular”, dijo en marzo Gareth Southgate, seleccionador inglés. “Tristemente, por las conversaciones que he mantenido, no creo que miembros de esas comunidades vayan a viajar, es una gran lástima”.

Quien sí se midió recientemente a Qatar fue el Linfield. El campeón de la Premiership irlandesa se impuso en un amistoso disputado en Marbella ante el combinado que dirige el español Félix Sánchez. Un gol del delantero centro Chris McKee fue suficiente para superar a Qatar, que se medirá a Ecuador, Senegal y los Países Bajos en la fase de grupos del Mundial.