Julen Lopetegui, en una semana atípica de cuatro jornadas de trabajo y ausencia de once internacionales, concedió descanso de tres días al plantel del Sevilla, que retomará la competición con doce nuevos episodios que darán para relatar un final de ciclo o para acomodarse en mejores posiciones para el asalto a sus objetivos, tras el Mundial de Qatar. Cuatro encuentros en Champions League y ocho compromisos en Liga, el primero con el Atlético en el Sánchez-Pizjuán, calibrarán el estado del paciente, recién salido de la UVI.

La triple comparecencia en Nervión marcará el pulso del Sevilla, hasta ahora acelerado y con exceso de ansiedad. Un solo punto ante el FC Copenhague y el correctivo contra el Manchester City de Haaland obligan al grupo de Lopetegui a afrontar un todo o nada en el doble duelo con el Borussia de Dortmund (miércoles 5 de octubre y martes 11 en Alemania). Entre medias, el Athletic vitaminado de Valverde. Tras la cuarta jornada europea, se desplazará a Son Moix y entre semana hará de anfitrión con el Valencia.

La cuesta se complica con el viaje al Santiago Bernabéu. La fase de grupos de Champions concluye en casa con el FC Copenhague y cierra el mes de octubre, de nuevo, como local contra el Rayo Vallecano. Noviembre va de estreno con la devolución de visita al City de Guardiola. El Gran Derbi, en el Villamarín, y el encuentro en Nervión con la Real, en principio el miércoles 9, completarán este tramo de ejercicio. Quizás, a esas alturas haya un cambio de rumbo en el proyecto o todo lo contrario: Marcao ya será un bastión, Lopetegui habrá puesto en órbita a Suso, Januzaj, el Papu Gómez o En-Nesyri, y aquella confesión de un alto ejecutivo del Sevilla (‘No hay nada que hacer’) en el vuelo de vuelta en el primer viaje de la Champions sólo fuera un lamento que se quedó en los aires de Dinamarca.