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A 90 minutos de los octavos de final del Mundial. Así llega la selección inglesa a su segundo duelo en Qatar, donde tratará de sumar 6 puntos y amarrar la primera plaza del grupo B (sigue el partido en directo en As.com). Y lo hará con Harry Kane, pese a las dudas sobre su estado de salud. Porque el capitán de los ‘Three Lions’ asustó a toda Inglaterra después de que su tobillo derecho sufriera un golpe fuerte durante el choque contra Irán.

Pero ese tobillo no es cualquier tobillo, y a las pocas horas del golpe, el ‘9′ volvió a entrenar con sus compañeros sobre el césped, su hábitat natural. “Harry está bien. Sería una decisión valiente dejarlo fuera de la decisión titular”, bromeó el seleccionador, Gareth Southgate, que sabe que Kane está a un partido de cumplir su internacionalidad número 50 con Inglaterra.

“Sería genial que lo consiguiera, está bien merecido”, continuó Southgate, al que el 6-2 contra Irán le ha servido para despejar las dudas sobre el banquillo. Y aunque el descenso a la segunda división de la Nations League amenazó con dejarle sin cargo antes del Mundial, el flemático entrenador ha conseguido hacerse fuerte en Doha. Inglaterra ya es favorita, pero ahora es Southgate el que prefiere no hacer concesiones. Por eso, antes de medirse a la que un día fue colonia británica, Southgate se preocupó de elogiar lo suficiente a Pulisic, Mckennie y compañía, que merecieron más contra Gales y se quedaron con un pobre 1-1.

A los de Berhalter les faltó ambición en los minutos finales y Gareth Bale sacó partido de su bisoñez dejando en nada la ventaja inicial de Weah, agraciado con una buena entrega de Pulisic, que se presenta como el mayor peligro de los estadounidenses ante una Inglaterra que no prevé cambios y que sigue confiando en su tridente, formado por Sterling, Saka y Kane; escoltados por Mount, Bellingham y Rice. Media docena de estrellas para pasar a octavos.