Faltan menos de dos meses para el arranque del Mundial y hay una cosa clara: Brasil es una de las grandes favoritas, sino la que más. Los de Tite son un equipo con un interminable talento ofensivo capaz de destrozarte en apenas minutos y de dejarte sin opciones de reaccionar. Como ante Ghana el pasado viernes, a la canarinha le valieron 45 minutos para noquear a su rival, Túnez, un equipo que no opuso resistencia y que acabó desquiciado ante la superioridad de su rival. El resultado de 5-1, con un Raphinha estelar (doblete y asistencia), hace justicia a lo acontecido durante los 90 minutos.

El partido se jugaba en París, pero al que no conozca el Parque de los Príncipes se podría haber creído perfectamente que el encuentro era en Túnez. Más de 40.000 tunecinos abarrotaron el Parque de los Príncipes para alentar a las Águilas de Cartago, que disfrutaron de un ambiente espectacular en su último partido antes del Mundial. Tite, como se había anunciado en Brasil, hizo dos rotaciones respecto al equipo que ganó el viernes a Ghana. Entró Fred por Vinicius y Danilo por Militao en el lateral derecho.

Túnez duró 20 minutos en el césped. La selección africana le puso corazón e ímpetu, dos atributos que te sirven en ciertas ocasiones, pero no ante Brasil, que se adelantó con un golazo de Raphinha de cabeza. Taibi empató cinco minutos después, pero ese tanto no hizo más que despertar al demonio. Richarlison, a la jugada siguiente, hacía el 2-1 tras un buen pase del jugador del Barcelona. Neymar, de penalti, aumentaba la renta en el marcador y Raphinha culminaba su gran primer tiempo con un excelente disparo al primer toque en la frontal. Túnez, desesperada, se quedaba con diez antes del descanso por una fea patada de Bronn sobre Neymar.

Aunque Brasil bajó el ritmo en la segunda parte, la selección sudamericana pudo aumentar todavía más su casillero. Pedro, delantero de Flamengo, que ingresó por Richarlison en el segundo tiempo, aprovechó un rebote en el área para cerrar la manita. Entre medias, Túnez se llegó a animar en algún ataque, pero la inferioridad numérica era bastante flagrante como para equilibrar algo el partido. En definitiva, Brasil llega pletórica al Mundial de Qatar.

Sevilla, a la que el presidente de LaLiga Javier Tebas ha bautizado alguna vez como “la ciudad más futbolera del Mundo” justifica con creces ese piropo estos miércoles 28 y jueves 29 de septiembre al acoger el World Football Summit. El balón de la industria deportiva más importante echa a rodar en el FIBES, el Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital andaluza, con 2.500 participantes, a los que se sumará otro millar de asistentes online. 170 ponentes descubrirán las últimas tendencias del fútbol dentro y fuera de los terrenos de juego.

De las 2.500 personas que se dan cita en Sevilla, el 62 por ciento llega desde fuera de España. Según Marian Otamendi, CEO del WFS, la vocación del evento “ha sido internacional desde que comenzó, en 2016. De hecho, el punto más atractivo y el valor diferencial de este encuentro es el networking, las interactuaciones”. Hay agendadas más de 50 ponencias y también una zona expo en la que medio centenar de marcas presentarán sus novedades. Pero clubes, empresas, agentes, instituciones, medios y aquellos particulares que se hayan acreditado para el evento enriquecerán entre bambalinas los lazos y el debate sobre el deporte rey, su tejido deportivo y también industrial.

Un evento masivo y con un impacto económico muy relevante para Sevilla, de 18,5 millones de euros según el Ayuntamiento de la ciudad. Antes de salir de Europa y visitar por primera vez el continente africano (Durban, Suráfrica) el próximo mes de noviembre, este WFS se organiza alrededor de 11 temas principales: Actuación; Sportstech; Asociaciones y participación de los aficionados; Inversiones y finanzas; Gobernanza y legalidad; Integridad deportiva y ética: Fútbol femenino; Sostenibilidad; E-Sports; Blockchain, IA y NFT; y Radiodifusión (mainstream y OTT).

El fútbol femenino dará fe de su cada más importante papel en el WFS. “Hicimos el año pasado una promesa con ‘Women in football’, una organización del Reino Unido que promueve la igualdad en el fútbol, y nos comprometimos a que el 30 por cien de los ponentes fueran mujeres. Habrá más. No son mujeres por cuota, sino con una trayectoria contrastada. Es un granito, porque la industria del fútbol está todavía muy masculinizada”, añade Otamendi acerca del evidente crecimiento, reflejado en el WFS, del balompié para féminas. Una de las mesas más importantes de este miércoles (17:30) la protagonizan 11 mujeres con el aval de la AEMED, la Asociación Española de Mujer, Ejecutivas y Deporte, que preside la medallista olímpica Theresa Zabell. 12 mujeres intervendrán para narrar los retos y los desafíos a los que se ha enfrentado en el ámbito de la gestión deportiva, y la manera en la que los han resuelto. ‘El combate pendiente: la igualdad en la gestión deportiva’ comenzará a las 17:30 y en la sesión participarán África Álvarez (fundadora y directora general del Instituto Internacional de Excelencia y Certificaciones Deportivas Brittany Group), Carlota Aparici (directora de comunicación y márketing del FC Andorra), Rebeca García (directora general del FC Cartagena), Beatriz Álvarez Mesa (presidenta de LaLiga de fútbol femenino), Amparo Gutiérrez Horno (directora deportiva del Sevilla FC femenino), Isabel Sánchez Fernández (directora general de infraestructuras deportivas de la Junta de Andalucía), Marivi López (directora del área de ticketing del Real Betis), Ana Cristina Ramírez (periodista deportiva de Canal Sur), Iris Córdoba (directora de GSIC), Cristina Pujol (directora de comunicación de Brooklyn Fitboxing) y Laura Muñoz (Loyalty club manager de LaLiga).

Decenas de clubes, capitaneados por los anfitriones Sevilla Fútbol Club y Real Betis Balompié, explorarán asimismo estos dos días el engagement, ese compromiso de los consumidores con su marca, con el fin de acaparar una mayor monetización los días de partido y también el aprovechamiento de los estadios cuando no se celebran en ellos eventos deportivos. En busca de algo así como la americanización del fútbol, el espectáculo va más allá de la césped.

El casi inminente Mundial de Qatar tendrá por supuesto un peso relevante en esta edición sevillana del WFS, con la presencia de Khaled Al-Suwaidi, Stakeholder Relations Senior Manager del campeonato que se celebra en aquel país de Oriente Medio a partir del 20 de noviembre.

Luis Enrique ha pasado por los micrófonos de TVE tras la victoria de España ante Portugal gracias a un gol de Morata que ha dado el pase a la Final Four de la Liga de Naciones.

Victoria: “Este es un deporte maravilloso. La victoria es el mejor antídoto para la depresión o tristeza”.

Partido: “La igualdad es lo que impera en el fútbol. Hemos hecho una primera parte en la que he insistido en tener el balón. Creo que hemos hecho 400 y pico pases. La primera parte es necesaria para demostrar que el balón va a ser nuestro y en la segunda íbamos a tener una oportunidad”.

Cambios: “Nico, Pedri, Gavi… Se gana con once. Para poder encontrar cansados a los laterales rivales tienen que jugar Ferran de inicio…”.

Concentración: “Hay 40 que pueden venir al Mundial y es un placer entrenar a tanto jugador español de tanta calidad. Me da pena ver que hay gente que se lo merece y se queda fuera”.

Convencerte de estar en junio: “¿junio? el futuro no existe”.

Lista: “No la tengo más clara. Va variando continuamente. han tenido que interpretar indicaciones. No nos olvidamos de los que no están”.

Respuesta a las dudas: “Van siempre en función de los resultados. Sabemos lo que es el fútbol . Si perdemos dirían que vaya desastre. Me centro en las sensaciones del grupo”.

Luis Enrique: “Necesito ver a Ansu Fati; alguno se quedará fuera”

El seleccionador español atendió minutos después a los medios de comunicación en rueda de prensa.

En la primera parte no hemos tirado a puerta y nos hemos soltado luego. ¿Era el plan?

El objetivo era quitarle el balón a Portugal. Nos olvidamos de profundizar en la primera parte, pero la culpa es mía. En la segunda parte lo hemos arreglado. Han sido determinantes los jugadores que han salido del banquillo, pero el desgaste de Portugal es mérito de los que salieron primero.

¿En qué ha cambiado el partido con Busquets, Pedri, Williams…?

España es un equipo y ya sabemos que cuentan todos. La exigencia de los delanteros es tremenda en atacar y defender. Hemos conseguido que sus mejores jugadores no hayan tocado el balón. En la primera parte nos ha faltado algo de atrevimiento. En la segunda parte hemos tenido más atrevimiento. He quitado a Guillamón porque tenía una tarjeta y Rodri puede jugar de central. En la segunda parte tenía la sensación de que íbamos a marcar gol. Una alegría muy grande para nuestra gente, y especialmente para la gente de Zaragoza que no pudimos dedicarle una victoria.

¿Le ha pasado que le hayan llamado para cuidar a un jugador?

A mi es imposible que me llamen porque ya saben la imagen que tengo.

¿Qué le da una victoria como esta ante el Mundial?

Un buen impulso, porque llegamos mucho mejor tras una alegría. Era una final fuera de casa y se ha demostrado que España no es un rival fácil para nadie. Para ganarnos en el Mundial tendrán que hacer las cosas bien.

¿Qué le parece que Italia no esté en el Mundial?

Me da mucha pena no ver a Italia en el Mundial y me parece hasta una injusticia.

Nadie se ha ganado el puesto para el Mundial. El examen es la competición, pero lo que se ve durante la semana es igual de importante. Acepto la responsabilidad de elegir la lista de jugadores, pero alguno se va a quedar fuera.

¿Hará una lista de 26 como le permite la FIFA?

Ahora pueden estar los 26 en el banquillo, pero es algo que puede repercutir en la salud del grupo. Puede ser una lista de 26 o de 24. No lo tengo decidido. Necesito ver a Ansu Fati jugar en el Barça, Laporte está ya recuperado y entrenando con su equipo y Oyarzabal prefiero no decir nada. A ver qué tal evoluciona. Pero es cierto que será una lista difícil y que no podrán entrar todos los que yo quisiera.

¿Tiene ya decidido su futuro con la Selección? ¿Estará con España en la final a cuatro de junio, en la Liga de Naciones?

Ahora mismo todo sigue igual y nada ha cambiado. El objetivo es Qatar y no hay que tener prisa. Cuando llegue el momento lo valoraremos. Nada ha cambiado. Hace mucho tiempo que sé que con Clemente, con Camacho, Del Bosque, Luis, Lopetegui, con cualquier entrenador, los resultados marcan. Es así y esto es el fútbol profesional.

Y el nueve hizo de nueve. Y el gol de Morata se gritó como si la Nations League fuera un Mundial, porque el fútbol regala las emociones como le da la gana. España ganó en Braga a Portugal y volverá a estar entre las cuatro selecciones que disputen el título el próximo junio en Países Bajos. Gracias a su carácter y a cómo estrujó la pizarra Luis Enrique tras el descanso. Ya habrá tiempo para detenerse en detalles y diseccionar todo lo diseccionable, por lo pronto disfrutemos de dos meses en los que pensar únicamente en Qatar 2022. Una cita así merece tener cien ojos en ella.

España reparó algunos de los errores de hace solo cuatro días en Zaragoza. El primer antídoto contra las jugadas a balón parado que tanto daño nos hizo frente a Suiza fue adelantar la línea defensiva. En la primera falta de la que dispuso Portugal, la zaga española arrancó en estampida dejando a cinco jugadores lusos en fuera de juego. El trabajo de vídeo daba sus primeros frutos. Sin balón, España se mostraba seria, también lo hacía con él en los pies pese a que la alineación inicial presagiara que íbamos a disfrutar de menor posesión sin Busquets, Gavi y Pedri en liza.

Pero la estadística al paso por el primer cuarto de hora nos decía que La Roja dominaba por 68% a 32%. Fernando Santos torcía el gesto. Su plan de vuelo se cumplía solo a medias, en lo que se refería a evitar que el peligro rondara por la meta defendida de Diogo Costa. Sin embargo, la pelota apenas le duraba un suspiro cuando William Carvallo o Rúben Neves la recuperaban. Tal era así que su mejor ocasión llegó en un mal control de Unai Simón, que en su intento de driblar a Cristiano a punto estuvo de cometer penalti. Todo quedó en un susto, solo eso. Fue la primera acción en la que el genio de Funchal fue protagonista; en la segunda, apenas cinco minutos después (30′), forzó la amarilla de Guillamón, titular como central derecho, quien le pisó en su intento de perseguirle casi hasta el centro del campo.

El primer sobresalto para España llegó en el 32′, cuando Unai tuvo que emplearse a fondo en un remate de Diogo Jota, virtuoso para moverse en los espacios cortos. Esa acción refleja el ADN con el que tanto ha crecido Portugal en los últimos años, su capacidad para acelerar las jugadas nada más recuperar el balón. Dos, tres toques a lo sumo, y remate. El peligro luso se cocina en microondas. España, mientras, pecaba de lo de siempre. Demasiados toques sin apenas amagar, con Morata como un islote y Rodri lejos de encontrar aliados con los que hacer llegar al balón al delantero del Atlético. Se echaba en falta a Gavi o Pedri a la hora de romper líneas rivales gracias a una conducción o un regate, suertes que no son innatas en Koke o Soler.

No funcionaba La Roja y Luis Enrique dio una vuelta de tuerca más en el descanso al cambiar a Guillamón, con tarjeta, por Rodri. A su vez, el puesto que dejaba vacante el centrocampista del City lo ocupó Busquets. A Cristiano le bastaron dos minutos para oler sangre. Le telegrafió un desmarque a Jota, se coló entre la innovadora pareja de centrales y su remate no acabó en gol de nuevo por el guante salvador de Unai. A medida que avanzaban los minutos, Portugal ganaba en colmillo, así que, con media hora aún por delante para enderezar un partido con aroma a final, Luis Enrique apostó por un triple cambio como ya hiciera el sábado ante Suiza. Entraron los jugones del Barça, Gavi y Pedri, que se unían a Busquets para recomponer la media titular en La Romareda, y también lo hizo Yeremy Pino, quien se fue a la banda derecha con el consiguiente trasvase de Ferran a la izquierda.

Koke, Soler y Sarabia tomaban asiento en el banquillo mientras La Roja adelantaba diez metros sobre el césped. No quedaba otra. Aun a riesgo de desnudarnos en defensa, a España solo le valía el gol para atrapar la ansiada victoria que conducía a la Final Four. Así que el duelo se convirtió en un cara o cruz en el que los sustos viajaron de una portería a otra: Carvajal despeja a córner casi bajo palos (69′); Costa detiene el disparo raso de Morata (71′); Gayà la roba un remate franco a Cristiano (71′); Costa bloca la rosca de Nico Williams, que acababa de entrar en el campo (73′); Costa para un zurdazo lejano de Morata (76′)… Una catarata de intenciones que encontró finalmente premio en el minuto 87, cuando Carvajal se sumó al vendaval ofensivo y centró al segundo palo, donde Nico Williams, acertadísimo, cedió a Morata, que remató a placer. Un golazo como mandan los cánones que hizo correr a Luis Enrique y gritar al aficionado. España vuelve a estar en la gran fiesta de la Nations League, a la que solo llegan cuatro elegidos. Ahora nos toca cambiar el chip a modo Mundial. Tenemos muchas páginas, podcasts y parrillas televisivas que llenar hasta que La Roja aterrice en Doha. El gran sueño.